El Ayuntamiento de Trillo acaba de solicitar ante la Subdelegación del Gobierno en Guadalajara y las Consejerías de Sanidad, Desarrollo Sostenible y Fomento de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha “medidas urgentes e inmediatas” para conseguir acabar con la complicada y peligrosa situación que cada fin de semana se produce en la zona de baño denominada El Empalme, en el río Tajo a su paso por Trillo.
Cabe recordar que es la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha la que, cada año, declara qué zonas de la región son aptas para el baño. Conocedor de la problemática que se había dado en años anteriores -no en 2020, cuando permaneció cerrada a causa del COVID- en El Empalme, el Ayuntamiento de Trillo ya solicitó el pasado mes de abril de 2021 que la declaración como zona de baño de la citada zona fuera anulada, sin que dicho requerimiento fuera atendido por la Consejería de Sanidad, tal y como describe el escrito enviado ayer ante varias administraciones. “Dicho requerimiento no fue atendido por esa Consejería de Sanidad y algunos de los problemas expuestos se han multiplicado, desbordando las peores previsiones. El Ayuntamiento no dispone de los medios necesarios para garantizar las medidas sanitarias”, reza el comunicado.
Y es que fin de semana tras fin de semana, la zona de baño se convierte en un caos y un peligro para la circulación en este tramo de la carretera y para los propios bañistas. Durante el último, se han contabilizado más de 200 vehículos aparcados en los alrededores, cuando difícilmente hay hueco para estacionar más de 30 coches en condiciones de seguridad. Esto se debe a que la mayoría se colocan en los arcenes de la carretera, de manera que en muchas ocasiones se invade la propia calzada, provocando situaciones de auténtico peligro con manifiesto riesgo de provocar accidentes. Cabe destacar, además, que la zona de entrada al pequeño aparcamiento existente, situado junto a la CM-2115, se encuentra en una curva sin visibilidad, que no es peligrosa si se respetan las señales viarias. Lamentablemente, es muy frecuente que los vehículos que quieren acceder a la zona de baño lo hagan sin respetar la línea continua, que circulen en sentido contrario o que estacionen mientras cargan y descargan pasajeros u objetos, ocupando un carril, con el peligro que estas situaciones comportan para el tráfico.
Por supuesto, esta afluencia multitudinaria hace imposible que se cumplan las normas y restricciones derivadas de la pandemia del COVID, pues teniendo en cuenta las dimensiones de la zona de baño El Empalme, es muy difícil que se respete la distancia de seguridad entre los visitantes y bañistas. No hay ningún control del aforo ni zonas de estancia marcadas, y el Ayuntamiento de Trillo no tienen medios para llevarlo a cabo.
Una zona de alto valor ecológico, denostada
Otra de las consecuencias de esta aglomeración de personas, no menos importante que las anteriormente citadas, es la enorme acumulación de desechos y vertidos en una zona de alto valor ecológico como es la ribera del río Tajo a su paso por el municipio, pues la falta de respeto de los usuarios es total y manifiesta, dejando tirados cada fin de semana vidrios, plásticos, papel, etcétera. Además, ante el Ayuntamiento han llegado quejas por este motivo y también por otros como el consumo de alcohol y drogas; la contaminación acústica que producen los visitantes, con música a todo volumen; por perros sueltos sin bozal; y una larga lista de despropósitos que están provocando “una alarma social creciente” entre la población trillana.
Como también indica el escrito remitido por el Ayuntamiento de Trillo, “es de agradecer la colaboración que está prestando el puesto de la Guardia Civil de Trillo”, si bien, es manifiesto que “no da abasto” con los medios de que dispone para poder controlar esta alta afluencia de gente, totalmente desproporcionada. Además, es importante tener en cuenta, como también recoge el comunicado, que “en el caso de que se produjera algún accidente u algún otro percance, los servicios de emergencia no podrían acceder a la zona por el colapso de la vía CM-9204”.
Por último, en los últimos días también se ha detectado un nuevo peligro para el patrimonio y la historia de Trillo, pues ante la falta de aparcamiento en las zonas más cercanas a El Empalme, los visitantes han empezado a dejar sus vehículos un poco más arriba, llegando a invadir parte de los Jardines Históricos del Real Balneario de Carlos III, con el deterioro que eso puede suponer para esta zona protegida.
Ante todo ello, el Ayuntamiento solicita que “se tomen medidas urgentes e inmediatas de protección para evitar que todo lo anterior se produzca, impidiendo incidencias que acaben en desgracias personales o daños en los bienes, incluso de gravedad”. De este modo, el Consistorio trillano, en su escrito firmado por el alcalde de Trillo, Jorge Peña, pide a la Consejería de Sanidad que anule la declaración de zona de baño a El Empalme, y que, en caso de no hacerlo, “disponga de personal para controlar el cumplimiento de las medidas frente al COVID y para mantener las condiciones mínimas de salubridad del lugar”.
A la Consejería de Fomento, solicita que “se permita al Ayuntamiento el cierre mediante algún dispositivo -barrera, bolardos- de la antigua carretera CM-9204 para así minimizar el riesgo de accidente y atropello”. Asimismo, desde el Ayuntamiento se pide que se instalen quitamiedos en todo este tramo de carretera, de manera que los vehículos no puedan estacionar en el arcén ni en la cuneta de la CM-2115.
Por último, a la Subdelegación del Gobierno se solicitan “medios suficientes para vigilar el cumplimiento en materia de tráfico y seguridad ciudadana”, y, por su parte, a la Consejería de Desarrollo Sostenible, “que funcionarios comprueben periódicamente el cumplimiento de la normativa en materia de medio ambiente”.